Hoy me han vuelto a traer, unos poquitos níscalos. Estos deben de ser de los últimos de la temporada, que parece no ha sido mala. Al comenzar las nevadas, se acabaron los hongos y las setas.
Vamos a preparar algo sencillito, a ver si quedamos bien con los que se sientan a comer.
Vamos a preparar algo sencillito, a ver si quedamos bien con los que se sientan a comer.
Ingredientes:
Níscalos
Jamón serrano
Ajos
Sal y aceite de oliva
Atención: Los níscalos hay que lavarlos bien aunque sea debajo del grifo. Quitarles casi todo el tallo, rasparle el sombrero por si hubiera tierra, darles la vuelta y quitarles las láminas por completo.
A diferencia de las setas que compramos, los níscalos son propensos a oxidarse, produciendo esas feas manchas verdes. Hay que limpiarlos y cocinarlos rápidamente.
En una sartén, sofreímos los ajos cortados en lonchas, añadimos los níscalos. Los níscalos más grandes, es mejor que se corten en trozos, dejando enteros los más pequeños.
Añadimos al tiempo, el jamón serrano picado y sofreímos durante 15 minutos a fuego lento para que queden más blandos los níscalos.
Servimos y comemos calientes.