viernes, 20 de diciembre de 2013

Pastel árabe

Hace tiempo, un amigo me recomendó esta receta, para que os la propusiera en el blog, una apuesta a ganador. Tenía ganas de prepararla, pero no encontraba ni el momento ni el lugar. Ahora sin duda, es la ocasión perfecta para que triunféis con este delicioso postre en vuestra mesa. Vuestros invitados lo recordarán, siempre.


Ingredientes para 4 personas:

Pasta brick
Aceite de girasol
Almendras laminadas tostadas

Ingredientes para la nata:

200 g de nata para montar (35% MG)
75 g azúcar

Ingredientes para la crema:

500 ml de leche
100 g de azúcar
2 yemas de huevos
2 cucharadas de maicena
Canela en rama
Corteza de naranja
1 cucharadita de azúcar vainillado
Colorante alimenticio


Como primer paso, vamos a cortar nuestras láminas de pasta brick en círculos de unos 12 cm de diámetro. No os será complicado si lo hacéis con unas tijeras grandes. Reservamos en la nevera.

Ahora continuamos con la crema pastelera, que llevará un poco más de tiempo. 
En una cacerola pequeña, calentamos la leche con la corteza de naranja y media rama de canela.
Mientras esperamos que cueza la leche. En un bol, ponemos el azúcar, la maicena, el azúcar vainillado y las yemas de los huevos. Mezclamos bien hasta conseguir una masa cremosa y sin grumos. Reservamos.
Cuando la leche haya hervido, apartamos del fuego, y dejamos que enfríe un poco. Retiramos la rama de canela y la corteza de naranja.

Templada la leche, en la cazuela, añadimos la mezcla de las yemas,el azúcar y el colorante elegido. Removemos hasta disolver todo bien. Volviendo a calentar al fuego. Movemos continuamente hasta que espese y no tengamos ningún grumo. Retiramos y dejamos enfriar.

Lo siguiente, es una sencilla nata montada que batimos junto con el azúcar indicado en otro bol o vaso de batidora. Es conveniente dejarla muy montada.

Si tenemos la crema fría, mezclamos con la nata siempre con cuidado para que no pierda tanto volumen. Reservamos de nuevo en la nevera.


Apunto de terminar nuestro postre, vamos a freír en aceite de girasol para que tenga un sabor más neutro, nuestra pasta brick. Intentamos que el aceite esté bastante caliente, desprendemos con cuidado nuestras piezas del papel separador y colocamos en la sartén (de una en una). Con la paleta o espumadera, presionamos para que la pasta no se levante al freír. Retiramos al instante a una bandeja con papel secante.

Teniendo todo preparado, montamos nuestros pasteles. El montaje será siempre justo antes de servir. Si no fuera así, con la humedad de la crema y la nata, eliminamos rápidamente ese delicioso crujir de la pasta.


Colocamos en nuestro plato o bandeja, nuestra primera oblea, un poco de crema y un puñadito de almendra fileteada. Continuamos así tantas veces queramos, pero sin pasarse.


Si ponemos demasiadas capas, se humedecerá demasiado y perderemos el cujiente o volcamos seguro.


Rematamos nuestro postre, con un poco más de crema en la última capa, otro poco de almendras y unas bolitas de deliciosas grosellas.

Servimos rápidamente.

El mejor final, para cualquier mesa.