lunes, 28 de octubre de 2013

Conejo con soja y shiitake

Aunque con un poco de retraso, parece que la campaña de setas, con estas últimas lluvias, puede que vaya muy bien, lo veremos un poco más adelante. Yo por lo pronto, como está lloviendo mucho, y no quiero mojarme, he ido al supermercado a por unas pocas para preparar una nueva receta. Da gusto encontrarse, con tanta variación.
Hoy voy a utilizar unas setas shiitake (Lentinula edodes o Lentinus edodes). Una de las variedades con más aroma y sabor, ideales para el plato que vamos a preparar. Podéis encontrarlas ya en casi todos los supermercados.
Y las vamos a acompañar, con una deliciosa carne de conejo, que aunque es conejo casero, también ha empezado la temporada de caza. Un buen momento para cocinar con todo el sabor.


Ingredientes para 4 personas:

1 conejo troceado
150 g de setas shiitake
1 cebolla
Salsa de soja
Pimienta negra molida
Sal y aceite de oliva

Teniendo el conejo troceado, lo salpimentamos y doramos en aceite caliente. En mi caso, prefiero dorarlo en la misma cazuela donde voy a guisarlo. Los sabores se mantienen y se nota después al comerlo.

Listo el dorado, retiramos el conejo y sofreímos en ese mismo aceite la cebolla troceada en juliana. Si queremos que esté la salsa resultante un poco más densa, añadimos una cucharada de maicena al sofrito, de esta forma no mantendrá el sabor de la harina y obtendremos una salsa más espesa.

Cuando esté también preparada la cebolla, incluimos el conejo dorado. Añadimos dos cucharadas de salsa de soja y agua hasta cubrir los trozos. Probamos de nuevo de sal.

Cocemos a fuego medio durante 20 minutos. 


Mientras tanto, cortamos en juliana igualmente las setas que, pasado ese tiempo agregamos a la cocción. Dejamos que hierva otros 20 minutos. El conejo estará en su punto y las setas listas y no deshechas e ideales para comer. 

Pasado el tiempo, emplatamos y disfrutamos de esta combinación de sabores tan especial.

lunes, 14 de octubre de 2013

¡¡Cerebros en Halloween!!

Aunque quedan unos cuantos días, seguro que estáis preparando algo para Halloween. Pues ahí va una idea más, es un poco elaborada, pero seguro que dejaréis a todos con la boca abierta, de eso,  no me cabe duda. Además, aprovechando que están tan de moda en el cine y en las series de televisión, los zombies y toda clase de casquería (como el año pasado), que mejor preparar unos suculentos "cerebros" para satisfacer...vuestro apetito.


Ingredientes para 10 cerebros: 

500 g de harina de fuerza
125 ml de leche 
70 g de azúcar
10 g de azúcar avainillada
1 cucharada de azúcar invertido
2 huevos
80 g de mantequilla o margarina
25 g de levadura fresca
120 g de chocolate blanco

Antes de comenzar a preparar la base para nuestro cerebro, unos riquísimos bollos de leche que tendremos listos en un momentito. Vamos a deshacer primero la levadura fresca en la leche. Atención... no tendréis problema en encontrar la levadura, ahora se vende en muchos supermercados en porciones de 25 g. 

Con la batidora, montamos los huevos y todo el azúcar, el normal, el avainillado y el azúcar invertido hasta que clareen y doblen por lo menos su tamaño.

En un bol grande, mezclamos la harina con la mantequilla fría, los huevos y el azúcar que hemos montado con anterioridad. Agregamos la leche y la levadura disuelta. Debemos obtener una masa que no se nos pegue en las manos. Podemos añadir algo más de harina hasta conseguirlo. 
Dejamos reposar la masa en el bol , tapada con un paño, hasta que doble su tamaño, de 1 a 2 horas será lo normal.


Pasado el tiempo, en una bandeja para horno, ponemos en el fondo, un papel antiadherente. Untamos este de mantequilla con una brocha y cortamos porciones de la masa de unos 110 g. aproximadamente, suficiente para un cerebro...por persona. Damos un poco de forma a cada porción, metemos al horno ya caliente y a unos 170º C dejamos hasta que doren. El tiempo es siempre según cada horno. Pero debéis tener en cuenta, que tienen que tener su corteza bien formada, luego tendrán que soportar una cobertura de chocolate.


Listos los bollos, dejamos reposar unos minutos.

Mientras tanto, en una cazuela pequeña, colocamos el chocolate blanco, una cucharada de mantequilla y un chorrín de agua. Calentamos y removemos hasta obtener una cobertura ligera. 

Templados los bollos de leche, envolvemos con el chocolate. Usar una rejilla para reutilizar el chocolate sobrante (podéis coger la rejilla del grill del microondas). Es preferible cubrir todo bien, si fuera necesario, podemos volver a dar una segunda capa, para que no se vea el bollo.


Aprovechando las grietas que ha dejado la cocción, pintamos con un pincel fino, las venas, en nuestros cerebros cubiertos. Podemos utilizar cobertura liquida de fresa y una pizca de chocolate para que las venas queden autenticas.


Dejamos enfriar en la nevera teniendo cuidado que nadie abra y se lleve un buen susto.
Espero que sorprendáis con este postre original y muy, muy morboso, ¡esa es la cuestión!

lunes, 7 de octubre de 2013

Albóndigas de bacalao con almejas

Hace unos días, nos juntamos con amigos y amigas para pasar el día..."la típica comilona", y una de ellas, por cierto, una gran cocinera, me propuso preparar un plato parecido al que ella nos había realizado. Siendo un apasionado del pescado, no podía perder la ocasión de realizar este delicioso bocado. ¡Espero estar a tu altura, Susana!


Ingredientes para 4 personas o más:

300 g de bacalao desalado
150 g de langostinos
250 g de almejas
2 rebanadas de pan de molde
2 huevos
Leche
Pan rallado
1/2 cebolla
Ajo y perejil
Sal y aceite de oliva


Primero pelamos los ajos y los cortamos, lavamos el perejil y lo picamos también fino. En un mortero, machacamos tanto el perejil como el ajo, así no se notará nada al comer. Reservamos.

A continuación, en una cazuela pequeña con agua, preparamos un caldo con las cáscaras de los langostinos que hemos pelado, nos vendrá muy bien para después.

En un bol amplio, lo suficiente para preparar las albóndigas. Vamos a colocar las dos rebanadas de pan de molde, si es sin corteza, mejor. Mojamos las rebanadas con un poco de leche, para que nos sea más fácil deshacerlas. Aparte, intentaremos cortar el bacalao lo mas fino que podamos. Desmigaremos intentando que no queden grandes trozos. Picamos de igual manera los langostinos pelados (aunque alguno se guarda para la presentación del plato) Incluimos tanto el pescado como el marisco, los dos huevos, el ajo y el perejil del mortero.
Removemos bien la mezcla. Conseguiremos que sea lo bastante firme para hacer nuestras albóndigas añadiendo sucesivas cucharadas de pan rallado. Aunque no hay que pasarse, pueden quedar demasiado duras. Con dos o tres es suficiente.


Preparamos nuestras albóndigas y las pasamos por harina.
En una cazuela con aceite de oliva, las doramos  y reservamos en un bol o fuente con papel absorbente para retener el exceso de aceite.
En esa misma cazuela, agregando un poco de aceite mas si hiciera falta, ponemos la media cebolla picada muy fina y un poco de sal. Sofreímos y doramos. Incorporamos las almejas para que se abran. Podemos añadir también, una pizca de harina para que la salsa resultante, espese aún más.


Con las almejas en su punto, introducimos las albóndigas y cubrimos con el caldo que hemos preparado con anterioridad. Rectificamos de sal y a fuego medio, cocemos de 10 a 14 minutos. A falta de 5 minutos, incluimos los langostinos que hemos reservado.
Listo nuestro plato, presentamos con un poco de perejil fresco picado.

Espero que guste esta maravilla. Una deliciosa manera de disfrutar nuevamente del pescado.

martes, 1 de octubre de 2013

Costillar al horno con patatas

Siempre me pasa igual, cuando terminan las vacaciones, el verano y finaliza ese estrés loco de... desayuno-aperitivo-parrilla-cena con los amigos, día tras día. Acabo totalmente cansado de todo, y de las "parrilladas". Me apetece otra cosa, y no digo que no, a lo que se echa encima de las parrillas (de eso no se cansa uno) pero si a la manera de prepararlo.
Hoy vamos a cambiar un poco y pasamos de las costillas a la brasa, a unas deliciosas costillas en su jugo y patatas horneadas.


Ingredientes para 4 personas:

1500 g aprox. de costillar de cerdo
4 patatas
Vino blanco
Pimienta negra molida
Ajos
Perejil
Sal y aceite de oliva

Una de las cosas, que hacen que una carne quede jugosa después de pasar por el horno, es que se haga la pieza entera, no trocear las costillas antes de hornear. Dejamos la pieza o las piezas, tal y como están. De esta manera, se asarán en su propio jugo.
Salpimentamos el costillar en la bandeja de horno. Rociamos con un poco de aceite de oliva y un buen chorro de vino blanco. Introducimos sólo el costillar en el horno caliente a unos 170º C para que vaya haciéndose despacito. 
Mientras tanto, en un mortero, machacamos unos dientes de ajo y un poco de perejil. Añadimos un buen chorro de aceite y mezclamos bien.
Limpiamos las patatas (no pelamos) y las cortamos por la mitad.

Transcurridos 30 minutos, introducimos las patatas cortadas. Cubrimos tanto las costillas como las patatas, con el ajo, el perejil y el aceite. Incluimos un poco de agua y vino si lo necesitara.
Dejamos en el horno otros 30 minutos más. Así no se quemará el ajo ni el perejil.

Si observamos que no está todo dorado, dejamos un poco más de tiempo o ponemos el grill de nuestro horno.

Pasado el tiempo servimos salseando con el caldo sobrante.

Una manera fácil y distinta de comer las clásicas costillas.