jueves, 17 de enero de 2013

Bizcochitos remojaos

Mira que hacia tiempo que no preparaba algo así. Pero como siempre digo que hay que renovarse, para que la cocina no nos parezca aburrida y monótona, en lugar de hacer un bizcocho grande, con los moldes de las magdalenas, vamos a preparar unos bizchochitos y endulzarlos un poco más con un toque original.
Seguro que os gustará la combinación.


Ingredientes:

Para los bizcochitos
1 medida de harina (un vaso)
1/2 medida de azúcar
1/2 medida de aceite de oliva
200 ml de nata para cocinar
3 huevos
Azúcar glacé y cobertura de chocolate

Para las natillas
3 huevos
500 ml de leche
Azúcar
Azúcar avainillado
Maicena
Canela en rama y en polvo
Corteza de naranja o limón

Como en alguna receta anterior os he contado. En un bol grande mezclamos todos los ingredientes. Removemos bien hasta conseguir una crema consistente y homogenea. 

Preparamos los moldes donde vamos a hornear los bizcochos. Untamos los moldes con mantequilla y espolvoreamos con harina toda la superficie para que no se peguen. Si utilizamos moldes de magdalenas de silicona, podemos untar de mantequilla, pero no hace falta.

Con el horno caliente,  los mantendremos durante  unos  20 ó 25 minutos aproximadamente a 170º C

Siempre hay que controlar el horneado. Procurar no abrir  el horno, por que de esta manera perderemos el calor y los bizcochos no subirán lo suficiente.

Cuando estén listos, los retiramos del horno y los dejamos enfriar. Desmoldamos y reservamos. 
Podemos adornar los bizcochitos con azúcar glacé, cobertura de chocolate, etc.

Continuamos con las natillas.
En una cazuela pequeña, calentamos la leche con la corteza de la naranja o el limón y la canela (media rama). Cuando llegue a hervir, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

En un bol, ponemos el azúcar (unas 4 cucharadas soperas), una cucharada de maicena, otra de azúcar vainillado y las yemas de los huevos. Mezclamos bien hasta conseguir una masa cremosa y sin grumos. Reservamos.

Retiramos la corteza de la naranja o el limón y la canela. Añadimos la mezcla del bol, removiendo despacio hasta disolver todo bien. Volviendo a calentar al fuego, hasta que vuelva a hervir, sin parar de remover, no se nos quemen las natillas. Las natillas no tienen que espesar mucho, mas bien fluidas, para mejorar la absorción a los bizcochos.

Dejamos enfriar

Presentamos las natillas en el plato con la canela en polvo. Colocamos los bizcochitos encima para que empiecen a mojarse.

Atención: La idea de las natillas, es muy valida para darle un toque original a cualquier bizcocho, o para ablandar al hecho días atrás.

Espero que os resulte útil la idea.