Como imagino que todos sabéis, y si no, yo os lo cuento.
La manera por la que se llama a todos los platos en los que se utiliza huevo o yema de huevo duro y almendras. Es "en pepitoria". Aunque pepitoria viene de piperitoria, que viene de pimienta.
Pero bueno, da igual, también la vamos a utilizar.
Ingredientes:
1 pollo troceado
Jamón serrano
Almendras crudas peladas
2 Huevos duros
1 Cebolla
Pan en rebanadas
Ajo y perejil
Azafrán
Pimienta, sal y aceite de oliva
Jamón serrano
Almendras crudas peladas
2 Huevos duros
1 Cebolla
Pan en rebanadas
Ajo y perejil
Azafrán
Pimienta, sal y aceite de oliva
Salpimentamos el pollo troceado. En una cazuela, sofreímos el pollo y reservamos aparte.
En el mismo aceite donde hemos sofrito el pollo, freímos primero unas rebanadas de pan, reservándolas para después.
Continuamos en el mismo aceite friendo la cebolla muy picadita, el ajo y el perejil. Si queremos aprovechar podemos freír también las almendras (un par de puñados). Si no, lo haríamos a continuación.
Retiramos el sofrito y lo machacamos todo en un mortero, incluyendo las rebanadas de pan que reservamos antes.
En la cazuela ponemos el pollo frito y añadimos el majado que hemos hecho en el mortero, el huevo duro y el jamón serrano, cortado en taquitos pequeños, unas hebras de azafrán y agua hasta que cubra el pollo.
Rectificamos de sal y dejamos que cueza unos 30 minutos. Si observáramos que la salsa no ha espesado lo suficiente, dejaremos un rato más.
Emplatamos y adornamos con una yema de huevo rallada.
En el mismo aceite donde hemos sofrito el pollo, freímos primero unas rebanadas de pan, reservándolas para después.
Continuamos en el mismo aceite friendo la cebolla muy picadita, el ajo y el perejil. Si queremos aprovechar podemos freír también las almendras (un par de puñados). Si no, lo haríamos a continuación.
Retiramos el sofrito y lo machacamos todo en un mortero, incluyendo las rebanadas de pan que reservamos antes.
En la cazuela ponemos el pollo frito y añadimos el majado que hemos hecho en el mortero, el huevo duro y el jamón serrano, cortado en taquitos pequeños, unas hebras de azafrán y agua hasta que cubra el pollo.
Rectificamos de sal y dejamos que cueza unos 30 minutos. Si observáramos que la salsa no ha espesado lo suficiente, dejaremos un rato más.
Emplatamos y adornamos con una yema de huevo rallada.