El verano trae deliciosos productos a nuestra mesa, y aunque este, ha sido muy caluroso, hemos tenido una buena cosecha. La huerta me a llevado muchísimo tiempo, pero la satisfacción de recoger tus propios ingredientes, lo compensa todo. Aquí os propongo un plato habitual en casa, preparado con todo lo que nos ha dado la tierra.
Esta vez, el corte de ternera que he utilizado, es la espaldilla, el solomillo del carnicero o pieza del carnicero. Otro de los cortes desconocidos para muchos, pero que dan un juego extraordinario en la cocina. Mi segunda receta en el blog, trató de uno de esos cortes ocultos..."Entraña marinada a la parrilla".
Otro día nos centraremos en estas piezas desconocidas.
Ingredientes para 4 personas:
500 g de espaldilla de ternera (o cualquier otra pieza)
1 kg de tomates maduros
2 pimientos verdes
1 cebolla
300 g de calabacín
2 huevos duros
Sal y aceite de oliva
Como veis, vamos a preparar un delicioso pisto, ¿qué mejor momento?
Cortamos en trozos, la cebolla, el pimiento y el calabacín bien pelado. Sofreímos en una sartén con aceite y sal. Cuando esté bien hecho y suelte todo el agua. Reservamos.
Sofreímos a fuego lento, en otra sartén o cazuela, el tomate bien picado, con un poco de sal y una pizca de azúcar para quitar la acidez. Las cantidades, como os he dicho en muchas ocasiones, al gusto. El tomate, siempre se debe hacer, con una tapa para no poner perdida la cocina. Cuando se elimine todo el agua y quede bien hecho, añadimos el sofrito que habíamos reservado. Removemos para mezclar todos los sabores, quitamos del fuego y enfriamos.
En otra cazuela, con aceite de oliva caliente, sofreímos la ternera cortada en trozos pequeños. Ponemos un poco de sal.
Atención, un consejo. Aunque es una pieza muy tierna, y está cortada en trozos pequeños, con darle un buen sofrito, podría valer, pero si queréis que esté más blanda, añadirle un poco de agua, y un buen chorro de vino blanco, con 20 minutos a fuego medio, sobrará.
Terminada la carne y sin apagar el fuego, añadimos el pisto y los huevos duros bien picados. Dejamos que se mezclen bien de nuevo los sabores. Todo esto unos 5 minutos a fuego lento.
Presentamos el plato después de reposar y tenemos mucho, mucho cuidado con el pan.
¡Que os aproveche!