sábado, 15 de junio de 2013

Un huerto en casa. Cultivando setas

En anteriores entradas, os he ido explicando la manera, más o menos sencilla, de como tener un pequeño huerto o sembrar plantas aromáticas que nos ayuden un poco en nuestra cocina.
Pero hoy, quiero enseñaros otra de las maneras que tenemos de recoger nuestros propios productos. Esta vez con un poco de ayuda y de una manera diferente a las demás, pero en definitiva, un cultivo en casa.
Lo haremos mediante "alpacas" de paja, tratadas y preparadas, con la setas o los hongos que elijamos. Reconozco, que pueda parecer un poco complicado encontrar el sitio adecuado para esta propuesta, pero si lo pensamos un poco, seguro que se nos ocurre algo.
Aunque existen otros formatos, sacos, bolsas, el cultivo en troncos o en el mismo suelo, hoy voy a mostraros, esta curiosa manera de cultivar, que he utilizado durante años.


Lo primero es, pediros disculpas, por la calidad de las fotos, son de hace un par de años, con una cámara de poca calidad y sobre todo, la falta de una luz adecuada, dificulta un poco obtener mejores fotos, pero creo que son suficiente, para explicaros un poco de lo que va el tema.
Las alpacas de paja, de unos 20 cm de alto, 60 cm de largo y 40 cm de ancho, están recubiertas de plástico negro, aislándolas de la luz. Su paja, cocida y tratada para que sea más nutritiva, viene preparada con el micelio de la seta en su interior, para una mayor comodidad. En este caso de Pleurotus Ostreatus (la seta que más se comercializa en los supermercados)


La mejor temporada para el cultivo de este tipo de cultivo, es entre otoño y primavera, cuando la humedad, es más alta, aunque pueden cultivarse en cualquier época del año. Para su mejor conservación, debe situarse en un lugar con una temperatura ambiente, que oscile entre 13º C y 25º C, y una humedad bastante elevada, normalmente de unos 80% a un 90%. Deben tener una buena ventilación y una luz tenue, ni mucha ni poca. En mi caso, puedo deciros, que las mantenía en muy buenas condiciones, en la cámara de aire de mi casa de campo, donde los tubos de la calefacción mantenían una temperatura de unos 20º C. La humedad, además de la que le proporcionaba el suelo de tierra, era la que obtenían de unas mantas colocadas debajo, que mantenía constantemente mojadas. De esta manera, el agua, no tocaba directamente la paja. Esto puede ocasionar que la alpaca se estropee rápidamente. Incluso, preparé unas estanterías para mantenerlas en mejor estado.


Las alpacas, después de un mes de recibirlas en casa, empiezan a ensanchar, síntoma que el micelio empieza a desarrollarse,  pronto comenzará a verse las primeras setas. Estas, aparecerán por las perforaciones que vienen hechas en el plástico. Como el crecimiento, no es igual en toda la alpaca, iremos arrancando las setas más grande. Allí volverán a crecer más setas entre 20 y 30 días después. Depende de las alpacas, tendremos de 2 a 4 cortes por temporada.


Nunca e calculado, la cantidad de setas que me han dado estas alpacas por año, pero os puedo asegurar, que suficientes para el consumo de una casa, para congelar, para regalar y para más. Muchas, muchas y sobre todo, con un olor y un sabor, delicioso. Lo que sí puedo deciros, es que un "racimo" de estas setas, suele pesar unos 950 g.
Podéis encontrar esta clase de alpacas, y otras maneras de cultivar setas y hongos, en muchas páginas en la red, en viveros y tiendas especializadas. Os aseguro, que disfrutaréis mucho viendo, como crecen y sobre todo apreciaréis el sabor, de estas delicias recién cortadas.